Sitio espectacular, estuve hace un par de años, y repetiré sin duda. Engra, la dueña, y su marido cariñosos y amables. Un trato inmejorable!! Todo súper rústico y acogedor. Lugar para desconectar unos días sin cobertura. Por ir con los perris es sensacional...un sin fin de cosas positivas! Gracias, nos vemos prontísimo . (Recuerdos de la motrileña que te regaló el broche de cápsulas )